Terapia familiar

Construir una familia donde aprender a conversar y convivir es posible .


Desde que nacemos estamos sujetos a los cuidados de nuestros padres o cuidadores. Un bebé sin los cuidados no podría sobrevivir, dependemos totalmente de otros en el momento que nacemos. Desde Charles Darwin sabemos que el ser humano es una especie animal y que la formación de la familia pertenecería a la especie, en el sentido de que es a través de ella que nuestra especie se perpetúa. Igual sucede con los demás animales. Sin embargo, el ser humano se complejiza sobre todo por el hecho de ser hablante.

 Para obtener como resultado una familia donde se pueda conversar será necesario aprender a hacerlo. La responsabilidad de tener hijos es muy grande, sin embargo, a veces no nos damos cuenta de su magnitud hasta que no ha nacido y estamos ejerciendo la función de padre y/o madre. A ser padre y/o madre se aprende, estamos para asesorarte y ayudarte en todo lo que necesitéis. 

A través de la terapia familiar se pueden encontrar las respuestas más convenientes para que la familia conviva en un ambiente relajado y seguro. Permitir el crecimiento de toda la familia, considerando tanto la individualidad de cada miembro así como la integridad del conjunto familiar.  

Será necesario aprender a conversar para poder llegar a construir una familia donde todos tengan cabida y donde los hijos puedan, llegado el momento, elegir su camino. El seno familiar es el lugar en el que se interiorizan las primeras formas de amar, las primeras normas, los primeros límites, los pactos, tan necesarios, también, para la convivencia social y el futuro de los hijos. Por eso es fundamental que las figuras parentales dispongan de un lugar donde poder hablar con un profesional los temas que le preocupan o que están perturbando su vida familiar. Porque más que preocuparse será necesario ocuparse.